viernes, 12 de abril de 2013

IMPRESIÓN



 Y entonces desperté como recién salido de una noche profunda y terrible, y me invadieron las cortezas doblegadas por las hormigas, los lienzos radiantes de las amapolas, el discurrir rebelde y sucio del Turia, los sonidos cantarines de la primavera, Soleil Levant a medio hacer, y llegó de nuevo la explosión cámbrica de los colores, la energía atómica de la naturaleza y su fuerza motriz. Desde mi ventana lo veo todo, deslumbrado, he descubierto otra vez, como cada año, los eternos desfiladeros de la infancia en este encarnizado proceso de renacimiento, fuimos, somos y seremos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario