domingo, 27 de enero de 2013

ALEGRÍA




Porque están locos se ríen con furia, con rabia, también con ternura, al ritmo frenético de las mañanas de Madrid, y pasan del cielo al infierno en una boca de metro, de la reyerta en El Rastro al amor en Mar de Cristal en un suspiro.
Saben que la fiesta es respirar, y piensan que nunca termina, por eso viven en perpetua y desbaratada alegría. Van a lomos de sus instrumentos y sus voces cabalgando los latidos de los demás corazones, con el crédito ilimitado de la felicidad, y con la única visa de los sueños por cumplir.



domingo, 20 de enero de 2013

AGUJAS




Iba caminando de tu mano y me abrigaba en tu sonrisa perpetua, habías descubierto en mis deditos un sentido para empujar el viejo propósito de la felicidad, y ese día me enseñaste que las catedrales emergen de la tierra, y los obeliscos de violento carmesí se levantan desafiando el hielo sordo del invierno, y me hablaste del origen pretérito de esos montes, Los Mansuetos, de sus grietas y arrugas, de las costuras provocadas por el hombre y de la sangre que fluye por sus arterias reventadas. Hoy te digo que tarde o temprano me iré, lo sabes, y eso te pone triste, escucha, no hay nada mejor que uno de tus besos, nada mejor que una de tus caricias, nada mejor que saber que siempre estarás ahí.





jueves, 10 de enero de 2013

MOSAICO





Quiso construir un mundo de lenguas entrelazadas, de tendones, de uñas, de sudor, de salivas viajando sin sentido hasta ser tragadas, devoradas por un puñado de esófagos hambrientos, y no fue capaz.
En el momento de la soledad se sintió culpable, maldito, perdido en la mística de la superficialidad, y se agarró a las cruces como un náufrago a su tabla, pero ya era viejo, y no tenía historia, recuerdo que lo vi pasar una noche hacia su casa, dando tumbos, borracho, como si fuera un ángel o tal vez un tipo sin suerte, y quien sabe si las dos cosas.

domingo, 6 de enero de 2013

ALAMBRE SIN RED




El sabor del café en mis labios, el tiempo suspendido, un enorme reloj digital sobre mi cabeza, parpadeando, desgranándose gota a gota en caída libre hacia el siguiente minuto.
La adrenalina, la tensión, la concentración, los auriculares emitiendo voces desde otro plano y la esponja del micrófono desafiando con su quietud amenazadora. De golpe todo se precipita, una luz roja rompe la penumbra del estudio por sorpresa, el cuerpo entra en colapso,  a la vez se empieza a abrir la mente, la ideas fluyen, las palabras se agolpan, estamos en el aire, no hay vuelta atrás, esto marcha, una sonrisa infantil se dibuja en mi cara, ha merecido la pena volver a nacer para estar aquí.